Lo diré desde ahora, aunque seguramente a lo largo de leer la reseña se notará bastante que el libro me ha ENCANTADO. ¿Una palabra para definirlo?...mm...REAL.
Algo doloroso también....¿depresivo? para nada, si algo te deja esta historia es ganas de vivir con toda la intensidad que seas capaz.
Sinopsis: Los padres de Willow murieron en un trágico accidente de coche, dejándola no solo con el dolor que supone enfrentarse a una pérdida sino también con el peso de la culpabilidad, ya que era ella quien conducía. Ocho meses después, su hermano mayor casi no le habla, cree que sus compañeros de clase le culpan por lo ocurrido y Willow se evade del sufrimiento con el que carga marcando todo su cuerpo con las heridas del pasado. Pero cuando un chico llamado Guy descubra su secreto, nacerá una intensa relación que conseguirá sacarla de ese mundo extraño que ella misma se ha formado.
Es difícil guardar un secreto cuando lo llevas escrito por todo el cuerpo.
Lo primero que debo decirles es que si deciden leer Willow sería prudente que lo hicieran en la comodidad de su hogar, claro eso si no te importa que alguna persona se acerque a preguntarte si estás bien o por qué estas pelando con esa lagrimita que se te quiere escurrir del ojo. Willow es un libro para tomarse en serio, así que otro consejo, si eres de esas personas que se marean al ver un poco de sangre y que no soportan las escenas fuertes este es el momento en que debes soltar el libro y alejarte poco a poco de él, Willow no es para estómagos débiles.
Comencemos con la portada, todas preciosas creo yo, adaptándose perfectamente al tema del libro; la auto mutilación. Un tópico bastante delicado pero que es expuesto de una manera siempre delicada y auto reflexiva durante toda la historia. Obviamente nuestra protagonista es Willow, una chica que siente sobre sí la culpa de la muerte de sus padres. Ella iba conduciendo, ellos ahora están muertos, por qué no debería sentirse así?
Sentir...está es una palabra clave en la historia, ya que es contra lo que Willow continuamente está luchando...no quiere sentir, no quiere ser feliz, no cree merecerlo, pero tampoco quiere sentir el odio que ven en los ojos de su hermano David todos los días, y ella siente culpa y quiere mitigar todo eso, y la salida que encentra es hacerse daño...
Willow mete la mano en el bolsillo de la bata para coger lo que ella sabe que encontrará ahí.
No aparta su mirada de ellos dos al hundir la cuchilla en su piel. El mordisco de la hoja es tan profundo que siente que podría desmayarse, y sin embargo, no aparta los ojos de David y de Cathy.
La sangre brota con la misma fuerza que las lágrimas de David. Las gotas caen libremente, le bajan por el brazo hasta estrellarse contra el suelo mientras Willow observa cómo Cathy seca las lágrimas de David con su largo cabello negro.
Willow sabe que debería irse. En cualquier momento podrían levantar la mirada. Pero no puede irse, no puede moverse. Solamente puede seguir cortando cada vez más profundamente.
La cuchilla apenas le duele, por lo menos ya no tanto como al principio.
No duele como otras cosas, de todos modos. Willow vuelve a hender la hoja con brutalidad.
No como otras cosas.
Así es como la cuchilla se convierte en el escape del mundo de Willow, se vuelve su mujer amiga, su mayor secreto, y va a hacer todo con tal de que nadie descubra ese secreto. Oh pero alguien lo descubre, pareciera que fuera el destino, y es así como Guy entra en la vida de Willow. Él es un chico como cualquier otro, pero ahora que sabe lo que ella hace no la dejará en paz, quiere cuidarla...Guy se convierte en su ángel guardián.
—Prométeme una cosa —dice Guy de repente—, ¿vale? ¿Me lo prometerás?
—Depende —contesta Willow con mucha cautela—. ¿Qué quieres?
—Tienes que llamarme antes de volver a hacerlo la próxima vez. Te lo digo en serio. Simplemente, llámame antes.
—¿Para que puedas persuadirme? —le pregunta Willow. No sabe muy bien por qué su voz suena tan tajante—. Quiero decir, ¿para qué?
—¿Persuadirte? —Guy lo niega con la cabeza—. Ni siquiera sabría cómo hacerlo. — Vuelve a dejar las cuchillas en la mochila con reticencia—. Te diré para qué. Me asustaste con lo de llamar a tu hermano. Estoy seguro de que te equivocas al respecto pero, la verdad, no sé, me da miedo arriesgarme. Al menos contigo...
—No te da corte —no puede evitar remarcar Willow.
—Ese es un modo de decirlo. —Guy la mira—. Iba a decir que entre tú y yo hay más confianza y las cartas están al descubierto. Oye, si me llamas, al menos sabré que estás... en fin, evidentemente no estarás bien, pero al menos... —no logra acabar la frase.
—¿Al menos? —apunta Willow.
—Al menos sabré que no estás por ahí tirada desangrándote.
Y es así como esta relación con Guy comienza a hacer sentir de nuevo a Willow, ella logra poco a poco sacar toda esa amargura y dolor que habitaba dentro de ella para poder también poco a poco sanar. El libro es la historia de cómo una chica que había abandonado las ganas de vivir comienza, después de caer hasta el fondo con su dolor, a respirar...
—¿Hola? —La voz de él suena como si viniera de un lugar muy lejano.
—¿Hola? —repite Guy.
Willow no puede hablar. Se apoya contra la cama y se desabrocha la camisa con dedos temblorosos. Se mira el estómago intentando encontrar un lugar apropiado y hace el primer corte, esperando el momento en el que el dolor de la cuchilla borre todo lo demás. No ocurre tan rápido como las otras veces, y su respiración se convierte en pequeños jadeos cuando la cuchilla se va introduciendo más y más profundamente en su piel.
—¿Willow? —pregunta Guy, ahora más fuerte.
(…)
—¿Willow? —repite Guy.
Willow no habla, apenas respira levemente. Mira la sangre que sale del corte que se acaba de hacer, pero no cambia nada. Esta vez no. Vuelve a cortarse, más profundamente. Siente dolor, pero ¿será suficiente?
—Willow—dice Guy una tercera vez. Pero esta vez no es una pregunta. Está vez está claro que solo quiere hacerle saber que cuenta con su presencia.
Willow intenta concentrarse en su voz, en el salvavidas que le está lanzando.
Dios que este libro casi que me hace llorar y a la vez sonreír tanto que me dolieron las mejillas. Un libro corto, escrito en tercera persona pero que prácticamente sigue la historia de nuestra protagonista todo el tiempo, mostrándonos lo que es ser ella. Y así descubrimos que...
...ser Willow no es fácil.
3 Responses to WillOw – Julia Hoban
Muy buen libro, original, fresco y diferente ^^
La verdad es que, por lo que he leído, a la gente que lo lee le gusta mucho. Yo no sé si estoy en la época apropiada para leerlo ahora mismo, pero me gustaría hacerlo alguna vez...
¡Un saludo!
Lana Drown.
genial la reseña¡¡¡y fantastico¡¡¡el libro¡¡¡¡¡si señor¡¡me encanto
besotess
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