¿Quién no ama cuando encuentra un
tesoro de película que, aunque no está entre las novedades de cartelera,
automáticamente se hace un lugar entre tu lista de favoritas?
Últimamente por las llamadas
cosas de la vida he tenido bastante tiempo libre para sentarme a ver esas
historias que tenía ya en la mira. Una de ellas, la maravillosa Thelma and Louise.
Ganadora del oscar a mejor guión
original en 1991 y dirigida por Ridley Scott, esta película nos cuenta la
historia de dos amigas; dos mujeres muy diferentes que deciden dejar todos los
embrollos de su vida atrás y disfrutar de un fin de semana de pesca. Sin
embargo de camino deciden hacer una parada en un bar a divertirse un poco, y
los acontecimientos que aquí ocurren hacen que estas dos chicas nunca lleguen
al lago.
Un cinéfilo de hueso colorado fue
quien me prestó esta película y cuando le comenté mi asombro por ella me dijo
directamente: “sabía que te iba a gustar, es un documento feminista en el cine
de los 90’s”. No se qué me quiso decir con eso…jaja pero en efecto me encantó.
Tal vez tenga algo que ver con la siguiente frase de Callie
Khouri guionista de la historia…
"Quería escribir algo que nunca antes hubiera sido llevado al cine. En tanto que cinéfila, he sido alimentada por el papel pasivo de las mujeres. No conducían nunca la historia porque no conducían nunca el coche."
Y es que si nos topamos con esta historia en la época actual
probablemente se califique de manera diferente, pero a principios de los 90 fue
todo un atrevimiento. La guionista fiel a sus comentarios coloca a nuestras
protagonistas en un Ford Thunderbird de 1966 verde descapotable para transportarlas en
esta road-movie hacia la búsqueda de su libertad.
Y es que ¿un relato feminista? No se si
iría tan lejos, sin embargo podemos ver como estos dos personajes (Geena Davis
haciendo el papel de Thelma y Susan Sarandon el de Louise) evolucionan frente a
nosotros y se dan cuenta ellas mismas de todos los matices de su personalidad. Claro
que para lograr esto Callie Khouri creó los personajes masculinos necesarios y
con el carácter adecuado para ayudarlas en el auto descubrimiento.
Daniel Martínez, en la página Domingos de Cine nos hace un comentario que considero de lo más acertado:
"¿Son poco verosímiles los hombres que aparecen en la película de Ridley Scott? En absoluto. ¿Son demasiados roles victimizando de una manera u otra a las protagonistas? Ese es un argumento más respetable."
Y a pesar de que hace ya 22 años
que esta historia fue lanzada a la pantalla grande, les aseguro que nuestra
sociedad aún tiene mucho que aprender de ella.